Cartas de invierno

Cartas de invierno es una novela de misterio y terror escrita por Agustín Fernández Paz (Villalba, Lugo, 1947), el autor de literatura juvenil más leído y traducido de Galicia.

La trama de la obra se presenta de manera sencilla: toda ella se desarrolla en una casa encantada que Adrián, un famoso pintor, compra a partir de un anuncio donde se oferta. Xavier, escritor y amigo desde la infancia de Adrián, se encuentra ausente durante los primeros meses de estancia del pintor en la casa. Las cartas que Adrián ha escrito a su amigo durante el invierno relatan todo lo sucedido en aquella casa: un volumen de láminas encontrado en un desván muestra una escena que constantemente va cambiando, donde una misteriosa chica pide auxilio desesperadamente al pintor. Xavier, al conocer estos extraños hechos, acude inmediatamente al rescate de su amigo que consecuentemente le acarreará la muerte. Al igual que su amigo, el escritor desaparece. Teresa, hermana de Xavier, antigua amiga y frustrado amor de Adrián, es la última destinataria de toda la correspondencia. Tras conocer el contenido de las cartas, concurre al lugar de los hechos acompañada de un comisario y amigo de su hermano; al llegar, encuentra el lugar arrasado por las llamas y ningún rastro de la cripta donde supuestamente han desaparecido los dos amigos. Al final, Teresa encuentra el volumen de láminas, entiende el libro maldito como el origen del mal y no duda en quemarlo todo y hacer desaparecer así la maldición que ese libro envuelve.

En cuanto a la estructura, cada narrador vive un presente diferente al del resto de narradores, cada uno de ellos es independiente en cuanto a la toma de decisiones sin que haya intercesión de los otros.

Respecto al estilo utilizado, se ponen en escena varias voces con características psicológicas propias, el autor hace gala de la descripción intimista, utiliza un léxico acertado, todo ello acompañado de un vocabulario muy rico.

En mi opinión, Cartas de invierno es una obra que merece situarse dentro del canon de LIJ y debería ser una propuesta de lectura en la educación secundaria, ya que invita a los alumnos a una lectura fácil y consigue que el lector pueda dar rienda suelta a su imaginación a partir del misterio y terror, temas tan demandados y aplaudidos por los jóvenes lectores.