Rosa Blanca, título de este álbum ilustrado, era el nombre de un grupo de jóvenes, que en los primeros años de la segunda Guerra Mundial, formaron el grupo llamado así, Die weiße Rose, que abogaba por la resistencia no violenta contra el régimen. Firmando con una rosa blanca, durante nueve meses escribieron y distribuyeron proclamas contra el régimen nazi en las universidades y en distintas ciudades alemanas, que animaban a la resistencia contra el nacionalsocialismo. Sus componentes, entre ellos, Sophie Scholl tuvieron un destino trágico, ya que al poco tiempo fueron capturados por la Gestapo y guillotinados.
Roberto Innocenti recoge el espíritu solidario y pacifista de Sophie Scholl para impregnar las ilustraciones y la historia de Rosa Blanca, un precioso y estremecedor libro para adolescentes.
Rosa Blanca es, por lo tanto, el nombre de la protagonista, una niña alemana que vive en una pequeña ciudad en los años del nazismo. Un día sigue las huellas de un camión cargado de personas y descubre que los llevan a un campo de concentración nazi. Rosa Blanca entabla relación con un niño prisionero y a partir de ese momento, la niña visitará frecuentemente el campo para llevar alimentos a los niños judíos, hasta que un día no regresó a casa debido a que el crimen de la guerra absurda e injusta había acabado con una vida más. Desde un primer momento, el gran realismo de las ilustraciones y la dureza del relato emocionan al lector.
Pese a que el libro se recomienda a partir de los 9 años, creo que se aprovecharía más con lectores adolescentes, alumnos quizás del segundo ciclo de secundaria ya que, los diferentes aspectos históricos que presenta el álbum de Innocenti podrían llevarnos a introducirlos y a crear un debate sobre qué ocurrió en aquellos años de rosas blancas.
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