“El misterio Velázquez” constituye un buen intento de novela, que mezcla elementos históricos reales con retazos de ficción. El tema central del libro, la elaboración de uno de los cuadros más famosos de la historia de la pintura española, Las Meninas, ya de por sí suscita el interés de los que se aproximan al libro. La portada nos ofrece ya algunas de claves de la obra; la representación del cuadro de “Las Meninas” en tonos grises, en el que hay dos figuras que se mantienen en color; las de Nicolás Percusato (el protagonista de la obra) y su perro.
El protagonista indiscutible de la novela es un enano, de origen italiano, que llega a la corte de Felipe IV. Allí conocerá al pintor Velázquez que, junto a otros personajes, decide incluirle dentro de su famosa obra.
La historia de la novela se escribe en primera persona. Nicolás Percusato, después de haber vivido una experiencia apasionante decide escribir sus memorias sobre los acontecimientos que se sucedieron cuando se realizó la obra de “Las Meninas” y en los que él tuvo una participación muy especial.
El libro parte de un hecho histórico y ciertas lagunas que aún no se han resuelto sobre el mismo, para intentar darles una explicación plausible a través de las memorias de Nicolasillo, que es como se le llama comúnmente al protagonista.
La novela, a través del desarrollo de la vida en la corte, nos va adentrando en el misterio del cuadro de Velázquez, en el descubrimiento de quiénes son algunos de los personajes representados en la obra pictórica, que aún hoy día, no queda claro quiénes realmente son y sobre todo en la famosa cruz de la orden de Santiago que aparece en el pecho de Diego Velázquez, que aparentemente fue pintada a posteriori, después de que la obra fuera acabada y colgada en uno de los salones de las habitaciones personales del rey.
La explicación de los sucesos que acontecieron en la elaboración del cuadro pueden parecernos más o menos verídicos y se puede criticar el uso de la “magia” o “la hechicería” para darle sentido a algunos de los fenómenos, pero aun así, la obra resulta apasionante.
Creo que es una buena manera de entender cómo se vivía en la corte española de la época y para los alumnos una herramienta para comprender algunos de los aspectos históricos de una manera entretenida. La lectura de la obra podría estar dirigida a alumnos de 3º de la ESO, ya que es un relato sencillo, trepidante, que no tiene ninguna complicación formal.
La descripción, las pinceladas sobre los personajes, que aparecen muy bien armados en la obra y la “simpatía” que se desarrolla durante el desarrollo de la misma con el protagonista, Nicolasillo, son una buena manera de atraer la atención de los lectores. Una vez más, aunque se trata de una obra de la literatura infantil y juvenil, creo que cualquier lector puede disfrutar de la misma.
Me gustaría destacar en la últimas páginas de la obra donde aparece el cuadro de las Meninas, en el que aparecen explicados los personajes y se recalca el misterio de la cruz de Velázquez en el pecho, que parece claro que no fue pintada por él mismo, como un misterio que “el tiempo, con su velo, ha sabido guardar celosamente hasta hoy”. Es decir, que me parece un buen argumento partir de un hecho que no está perfectamente explicado en la historia de la pintura para agarrar al lector e introducirle en una historia apasionante, bien narrada y que ofrece una explicación plausible a los interrogantes presentados al comienzo, a través de un narrador valiente y que tiene que sobreponerse una y otra vez a los imprevistos que le vienen dados por su condición de enano.
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