Esta obra fue la primera que cayó en mi poder, y la primera que decidí leer, por ser la temática conocida para mí, pero al terminar la última página del cuento, debo decir que quedé satisfecha con la nueva versión, una historia actualizada a los nuevos tiempos y adaptada a sus nuevos lectores, porque nuestra sociedad no es la misma que la del siglo XVI cuando apareció la primera versión en Cuentos de la Madre Oca, o en la segunda con los hermanos Grimm en el XIX. Ahora la historia se desarrolla en la ciudad, con los problemas que surgen en ella, y con una nueva finalidad, ya que ahora lo que se defiende es la libertad, ahora las normas no tienen que ser respetadas, hace mucho tiempo que se ha dejado de potenciar los valores del pueblo. Todo ello ha cambiado, y por tanto la literatura también debe adaptarse para no caer en el olvido o en un rincón de alguna estantería.
Lo que más nos ha gustado han sido los mensajes que la autora ha querido enviarnos, y el reflejo de los personajes, pues ninguno se parece entre sí, cada uno tiene un mundo interno distinto del resto, que les hace enfrentarse a la realidad de una manera distinta, ya no son personajes planos. Y todo ello es visto desde la perspectiva de una niña que tendrá que elegir qué camino es el suyo, qué estilo de vida es el que ella quiere para sí: el de su madre, una persona rígida, siempre preocupada, triste, amargada..., o el de su abuela y Miss Lunatic que defienden la libertad, la alegría, la pasión por la vida, por lo que les gusta....
Como podemos ver, Martín Gaite expresa su preocupación por los jóvenes, porque observa que hay una necesidad muy grande de preparar a los jóvenes para la edad adulta, pero no frenándoles o marcando el camino, sino únicamente guiándoles cuando lo necesiten, dejándoles libertad para elegir, para equivocarse, para retroceder si hiciera falta.
Otro de los cambios que me ha gustado es el del personaje del lobo, ahora es un personaje modernizado, que no se deja llevar por sus instintos más básicos, sino que su vida lo ha llevado a donde está en ese momento y decide aceptar una nueva oportunidad que el destino le ha preparado para salir de la miseria en la que se encuentra, pero no estoy hablando de algo económico, sino espiritual, psicológico: el reencuentro con una amor perdido.
El personaje con el que quiero terminar es el de Miss Lunatic, una persona encantadora, que no necesita de las cosas materiales para ser feliz, una mujer muy segura de sí misma llena de misterios y rodeada de magia, una persona que a pesar de las apariencias es muy querida en todo Manhattan y que siempre está abierta a cualquier persona que tenga problemas como vemos en el caso de Sara o el del Lobo... Son tantas las cosas que podríamos decir de este personaje que encarna la libertad absoluta, y la mayoría de los valores que actualmente se han perdido, un personaje del que todos deberíamos acordarnos siempre.
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