He leído el libro “el hombrecito vestido de gris” de Fernando Alonso y aunque está recomendado a partir de 10 años, yo lo trabajaría con alumnos más mayores. A pesar de que el lenguaje que usa es sencillo (solo he encontrando con una palabra que quizá no conozcan: levitón) y las historias aparentemente también, de su lectura se pueden extraer una serie de enseñanzas y conclusiones que solo se pueden entender cuando los niños son más mayores, por ejemplo en 4º de ESO.
El autor de este libro es, como ya he dicho antes, Fernando Alonso. Nació en Burgos en 1941, pero fijó su residencia en Madrid, donde estudió Filología Románica y posteriormente trabajó en el mundo de la editorial y de la televisión. Es uno de los autores de literatura infantil más importante de España y su obra, además de haber conseguido numerosos reconocimientos, ha sido traducida a otros idiomas, como el inglés, al francés o incluso al coreano. Quizá la obra más conocida de este autor sea El hombrecito vestido de gris, escrita en 1978 y por la que recibió entre otros el premio Lazarillo.
El libro consta de ocho cuentos cortos, de unas cinco o seis páginas cada uno que se titulan: El Hombrecito Vestido de Gris, El Barco de Plomo, Los Árboles de Piedra, El Viejo Reloj, El Barco en la Botella, El Guardián de la Torre, El Espantapájaros y el Bailarín y La Pajarita de Papel. Y como la literatura es imaginación cada alumno puede entender cada una de ellas de una forma distinta y sacar sus propias conclusiones y enseñanzas y luego ponerlas todos en común en clase.
Por ejemplo el último de los cuentos, La Pajarita de Papel, trata de un niño que busca la felicidad de una pajarita de papel y tras consultar a varios sabios concluye en que la única forma de hacer feliz a la pajarita es haciéndole mas pajaritas de papel para que no esté sola. De ahí podemos sacar que todos necesitamos a alguien y que no podemos estar solos y así podemos fomentar el trabajo en grupo.
En otro de los cuentos, El Barco en la Botella, se habla de la represión, de cómo no se puede ser feliz encerrados en una botella. Quizá aquí podríamos explicar que el libro fue censurado en tiempos de Franco y que nuestros alumnos debatan el porqué.
Como son cuentos cortos, podríamos leerlos en clase. No tardaremos más de 10 minutos en leer cada cuento. Así, podríamos dejar un día a la semana para la lectura y el debate de cada uno de los cuentos en los que se divide este libro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario