Viernes por la noche. Una pandilla de adolescentes se van de marcha, y se toman una pastilla para poder aguantar la juerga. Algunos de ellos ya lo han probado, pero Luciana, la protagonista nunca la había probado. Y, aunque duda, al final la toma y acaba en el hospital en coma. Es de destacar que Luciana es una buena chica, buena estudiante y gran jugadora de ajedrez, sus padres no pueden dar crédito a lo sucedido ni su novio Eloy que no les acompañó de marcha porque prefería quedarse estudiando para un examen En el hospital, los médicos lo intentan todo, pero necesitan saber la composición exacta de la pastilla ingerida para que Luciana pueda vivir y ninguno de ellos tienen ya ninguna. Lo único que pueden hacer es dar la descripción del camello y de la pastilla a la policía para que estos puedan conseguir una muestra, detener al vendedor e intentar evitar que haya más víctimas. Ante estos hechos, Eloy decide ir en busca del camello por su cuenta.
En el libro podemos ir viendo cuales son los sentimientos de los componentes de la pandilla, uno a uno va desnudando ante nosotros sus secretos, sus obsesiones y sus miedos ante el sentimiento de culpabilidad que siente cada uno por lo sucedido a Luciana. En especial se nota la tristeza de su madre, padre, hermana y de su amiga Loreto, ausente también esa noche porque tiene otro grave problema, es bulímica y su estado de salud es ya extremo. Durante toda la novela Luciana está jugando una partida de ajedrez contra la muerte y como buena jugadora, al final consigue ganar y despertar.
Aunque es una lectura recomendada para adolescentes, por su temática y la forma de tratarla, y por la facilidad de lectura, no significa que no haya adultos a los que les pueda gustar. Yo misma realicé en 3º E.S.O la lectura de esta obra y me pareció muy interesante a la vez que entretenida y fácil de seguir, por mi experiencia creo que se adapta perfectamente a los adolescentes a causa de los temas que trata, pues son muy cercanos para ellos.
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