Montserrat del Amo es la autora del libro que vamos a comentar. Nació en Madrid en el año 1937, se dedica a la escritura de literatura infantil, aunque también ha escrito obras teatrales. El nudo, una de sus obras más destacadas, supuso una pequeña revolución en el ámbito de la literatura infantil, por el uso de estructuras contrastadas con más voluntad de sugerencia que de sentido explícito y de recursos como la página en blanco.
La casa pintada cuenta la historia de Chao, un niño chino que intenta conseguir su sueño a través de todos los medios posibles: vivir en una casa pintada. Su sueño comienza el día que viaja a Pekín con su abuelo y ve la casa del emperador, la única casa pintada de azul, rojo, amarillo y blanco, a diferencia de todas las demás casas que son de color negro.
Chao emprenderá la conquista de colores, que representan lo elementos naturales, pero fracasará. Además, su sueño se verá frenado por las razones de su padre, que intenta que Chao mantenga los pies en el suelo y se deje de sueños inalcanzables. A esto, hay que sumarle que el sabio vecino Kum Tsé considera el sueño de Chao una falta de respeto, ya que el emperador es el único que puede poseer una casa de estas características.
Pese a la negativa de su padre, Chao se verá respaldado por su abuelo, que apoyará su sueño y le animará a seguir adelante para conseguirlo. Después del fracaso de la conquista de colores, Chao, se prepara junto su inseparable amiga Li, para ser acróbatas y ganar el concurso de Pekín, de esta manera podrán vivir en la casa pintada del emperador. Pero de camino a Pekín, su sueño se ve fracasado a causa de una riada. Chao salvará la vida de los peregrinos que se dirigen a la ciudad pero no podrá asistir al concurso. Chao cree que ha fracasado otra vez, pero cuando vuelve a casa descubre que esta pintada de colores, como recompensa de su bondad.
Lo que más me ha gustado de este libro es el mensaje que transmite, influencia de la filosofía Zen. Chao accede a su sueño, conseguir una casa pintada, de un modo que no se esperaba, fracasando. Chao, hasta el momento, se había esforzado y sólo había pensado en sí mismo, en conseguir su sueño, pero cuando renuncia a la posibilidad de obtenerlo y se sacrifica para ayudar a los demás, es cuando consigue lo que quiere, por su bondad los vecinos le ayudan a conseguir lo que tanto desea.
Es un libro con un lenguaje y una estructura sencilla. Está escrito en tercera persona y el desarrollo de la acción es lineal. Además, es interesante, porque la acción transcurre en China, una cultura diferente y desconocida para la mayoría de los lectores de literatura infantil o juvenil. Esto, por una parte, puede resultar positivo porque el lector puede sentirse atraído por una cultura diferente y exótica, o por otra parte, todo lo contrario, ya que no puede identificarse con facilidad con el personaje por tratarse de una cultura diferente y lejana, desconocida para él.
Yo no lo pondría como lectura obligada, a pesar de que me ha gustado bastante, sobre todo el mensaje que transmite y el final del libro, puede que al alumno no le interese tanto por lo que he dicho anteriormente y porque considero que es un libro bastante infantil, yo lo recomendaría para los últimos cursos de primaria o para primero de ESO.
La casa pintada cuenta la historia de Chao, un niño chino que intenta conseguir su sueño a través de todos los medios posibles: vivir en una casa pintada. Su sueño comienza el día que viaja a Pekín con su abuelo y ve la casa del emperador, la única casa pintada de azul, rojo, amarillo y blanco, a diferencia de todas las demás casas que son de color negro.
Chao emprenderá la conquista de colores, que representan lo elementos naturales, pero fracasará. Además, su sueño se verá frenado por las razones de su padre, que intenta que Chao mantenga los pies en el suelo y se deje de sueños inalcanzables. A esto, hay que sumarle que el sabio vecino Kum Tsé considera el sueño de Chao una falta de respeto, ya que el emperador es el único que puede poseer una casa de estas características.
Pese a la negativa de su padre, Chao se verá respaldado por su abuelo, que apoyará su sueño y le animará a seguir adelante para conseguirlo. Después del fracaso de la conquista de colores, Chao, se prepara junto su inseparable amiga Li, para ser acróbatas y ganar el concurso de Pekín, de esta manera podrán vivir en la casa pintada del emperador. Pero de camino a Pekín, su sueño se ve fracasado a causa de una riada. Chao salvará la vida de los peregrinos que se dirigen a la ciudad pero no podrá asistir al concurso. Chao cree que ha fracasado otra vez, pero cuando vuelve a casa descubre que esta pintada de colores, como recompensa de su bondad.
Lo que más me ha gustado de este libro es el mensaje que transmite, influencia de la filosofía Zen. Chao accede a su sueño, conseguir una casa pintada, de un modo que no se esperaba, fracasando. Chao, hasta el momento, se había esforzado y sólo había pensado en sí mismo, en conseguir su sueño, pero cuando renuncia a la posibilidad de obtenerlo y se sacrifica para ayudar a los demás, es cuando consigue lo que quiere, por su bondad los vecinos le ayudan a conseguir lo que tanto desea.
Es un libro con un lenguaje y una estructura sencilla. Está escrito en tercera persona y el desarrollo de la acción es lineal. Además, es interesante, porque la acción transcurre en China, una cultura diferente y desconocida para la mayoría de los lectores de literatura infantil o juvenil. Esto, por una parte, puede resultar positivo porque el lector puede sentirse atraído por una cultura diferente y exótica, o por otra parte, todo lo contrario, ya que no puede identificarse con facilidad con el personaje por tratarse de una cultura diferente y lejana, desconocida para él.
Yo no lo pondría como lectura obligada, a pesar de que me ha gustado bastante, sobre todo el mensaje que transmite y el final del libro, puede que al alumno no le interese tanto por lo que he dicho anteriormente y porque considero que es un libro bastante infantil, yo lo recomendaría para los últimos cursos de primaria o para primero de ESO.
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