Carmen Martín Gaite es una escritora española que nació en Salamanca el 8 de diciembre de 1925 y falleció en Madrid el 22 de julio del año 2000. Recibió el Premio Nadal y el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, entre otros.
Carmen Martín Gaite escribió Caperucita en Manhattan en el año 1990. La protagonista de este libro es Sara Allen, una niña de diez años que le encanta adentrarse en el mundo de los libros porque de esta manera se evade de la realidad y se siente libre. Ella vive en Brooklyn, pero su sueño es perderse ella sola por Manhattan. Su madre, representa todo lo contrario, no deja a su hija sola ni un momento, se trata de una mujer convencional. A Sara le encanta ir a visitar a su abuela, que vive en Manhattan, ya que su abuela es como ella, fue cantante de music-hall y es un espíritu libre.
Un día decide irse ella sola a Manhattan, allí conocerá a Edgar Woolf , “el lobo”, al que Sara ayudará en su negocio cediéndole la receta de la tarta de fresa que tanto desea el señor Woolf. Pero el personaje más importante que conocerá Sara es Miss Lunatic, una vagabunda que viste de forma extraña y acompañará a Sara durante todo el día. Sara descubrirá a lo largo de su aventura por Manhattan que Miss Lunatic, es en realidad la Estatua de la Libertad. Será ella la que enseñará a Sara el camino para buscar la libertad, camino que se encuentra dentro de la Estatua.
Caperucita en Manhattan, como su nombre indica, se basa en el cuento clásico de Perrault, aunque es un libro totalmente diferente, ya que los personajes principales adoptan una actitud distinta y mucho más innovadora. Sara, que representa a Caperucita, no es esa niña ingenua que se deja engañar, es todo lo contrario, una niña inteligente con ganas de vivir y con ansias de libertad. El lobo, representado por Edgar Woolf, sí se encuentra con Sara por el bosque (el parque), aunque lo único que quiere es que la niña le ayude, a cambio, él le dará lo que ella desee. No se come a la abuela, todo lo contrario, de joven estaba enamorado de ella, así que cuando la conoce lo que hace es bailar con ella. La abuela no es una pobre inválida que está acostada en su cama, todo lo contrario, es una abuela moderna que hace todo lo que quiere cuando quiere.
Un día decide irse ella sola a Manhattan, allí conocerá a Edgar Woolf , “el lobo”, al que Sara ayudará en su negocio cediéndole la receta de la tarta de fresa que tanto desea el señor Woolf. Pero el personaje más importante que conocerá Sara es Miss Lunatic, una vagabunda que viste de forma extraña y acompañará a Sara durante todo el día. Sara descubrirá a lo largo de su aventura por Manhattan que Miss Lunatic, es en realidad la Estatua de la Libertad. Será ella la que enseñará a Sara el camino para buscar la libertad, camino que se encuentra dentro de la Estatua.
Caperucita en Manhattan, como su nombre indica, se basa en el cuento clásico de Perrault, aunque es un libro totalmente diferente, ya que los personajes principales adoptan una actitud distinta y mucho más innovadora. Sara, que representa a Caperucita, no es esa niña ingenua que se deja engañar, es todo lo contrario, una niña inteligente con ganas de vivir y con ansias de libertad. El lobo, representado por Edgar Woolf, sí se encuentra con Sara por el bosque (el parque), aunque lo único que quiere es que la niña le ayude, a cambio, él le dará lo que ella desee. No se come a la abuela, todo lo contrario, de joven estaba enamorado de ella, así que cuando la conoce lo que hace es bailar con ella. La abuela no es una pobre inválida que está acostada en su cama, todo lo contrario, es una abuela moderna que hace todo lo que quiere cuando quiere.
Creo que los personajes están tratados de una forma totalmente interesante, rompen con todos los esquemas del cuento clásico y son personajes que están vivos y defienden sus ideales. Sara, la abuela (Rebeca) y Miss Lunatic representan la libertad, al contrario que la familia de Sara que vive en el convencionalismo, y al contrario que Edgar Woolf, que vive abocado a su trabajo hasta que conoce a Rebeca, y se olvida por un momento de lo importante que para él es su negocio.
Me parece un libro interesante, no sólo para el público juvenil sino también para el público adulto. Su lectura es fácil y entretenida, por lo que para el lector juvenil no resultará complicado de leer. Recomendaría esta obra a los alumnos de los primeros ciclos de ESO, aunque también a alumnos con más edad, ya que me parece un libro apropiado para una gran variedad de edades.
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