lunes, 19 de diciembre de 2011

trabajo creativo con dibujos de letras

Había una vez una princesita con los morritos gorditos. Un dia saliendo de su palacio y adentrandose en el bosque se encontró con un hombre de apariencia extraña que estaba limpiando un cacharro que resultó ser una lampara maravillosa. Ésta le concedió tres deseos. Primero, pidió un gallo para despertarla por las mañanas, y le dio un pollito. Después, pidió un tigre para exponerlo en el palacio, y le dio un gatito. Y por último, su ansiado deseo era tener un hombre a su lado, y él le concedió un bichito. La princesita se enfadó mucho porque no le había concedido ninguno de sus deseos y volvió a su palacio, pensando que lo mejor que podía hacer era disfrutar de lo que ya tenía.

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