viernes, 16 de diciembre de 2011

El príncipe que todo lo aprendió en los libros


JACINTO BENAVENTE Y MARTÍNEZ fue un reconocido dramaturgo y director, guionista y productor de cine español. Abordó casi todos los géneros teatrales: tragedia, comedia, drama, sainete. Todos los ambientes encontraron cabida y expresión cabal en su escena: el rural y el urbano, el plebeyo y el aristócrata. Su teatro constituye una galería completa de tipos humanos. La comedia benaventina típica, costumbrista, moderna, incisiva, supone una reacción contra el melodramatismo desorbitado de Echegaray.

En 1908 estrenó La fuerza bruta, fundando al año siguiente, junto con el actor Porredón, un teatro para niños. En otras obras los principios educativos se mezclan con ambientes y motivos fantásticos (El príncipe que todo lo aprendió en libros, 1910).Señora ama (1908) y La malquerida (1913) pertenecen al subgénero del drama rural. Se inspiran en un pueblo de Toledo, Aldea en Cabo, en que pasó largos periodos de tiempo y presentan como personajes centrales caracteres femeninos dominados sexualmente por hombres de escasa altura moral.
Pasando a El príncipe que todo lo aprendió en los libros, la obra trata sobre un príncipe que, por decisión de sus padres, ha tenido un contacto fuerte con las lecturas ficcionales y, por tanto, se duda sobre su capacidad de discernir la diferencia entre realidad e invención. Y para evidenciarlo, en el Acto Primero se plantea la elección de una calzada u otra, con la presencia de una desconocida (una vieja) incluida. El Acto Segundo tiene lugar en casa del ogro, figura propia del cuento de hadas. Finalmente, el protagonista reconoce la moraleja (o enseñanza) de los cuentos: “vi realizados todos mis sueños, porque creía en ellos. Encontré almas buenas como las hadas buenas; encontré hombres feroces como los ogros; encontré una princesa como las princesas de los cuentos”.

El protagonista, finalmente, se da cuenta de que no hay que confundir las historias de carácter ficcional con la propia realidad. Aunque, y es el mensaje que se desprende de la obra, las lecciones que se extraen de los cuentos sirven para la vida real. El rey, por consiguiente, lo hace bien cuando, en el Acto Primero, envía al príncipe con su preceptor a que descubra los enigmas del mundo real. No debemos olvidar que muchos de los cuentos que conocemos están inspirados en la vida real.

Sobre los aspectos formales y los personajes de la comedia, destacamos su división bipartita en dos actos, lo cual facilita bastante la comprensión para los adolescentes. Además, presenta un número reducido de personajes: el rey y la reina, el príncipe, Tonino, el preceptor, el rey Chuchurumbé, las tres hijas del rey Chuchurumbé, la vieja, el ogro, la bella y los dos leñadores. Además, las imágenes en blanco y negro ayudan en todo momento a la inteligibilidad del texto: dan fe de todo lo que sucede de forma bastante descriptiva y gráfica.

Para finalizar, creemos que se trata de una comedia ideal para el primer ciclo de la ESO. Por un lado, un lenguaje llano, una brevedad acertada, un número de personajes reducido, una presentación inicial de la comedia directa y un problema sencillo que se resuelve de forma eficaz y sin ambigüedades y, por otro lado, se trata de una obra que puede ser representada fácilmente por niños de 12-14 años.

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