martes, 6 de diciembre de 2011

Días de Reyes Magos.



PASCUAL,Emilio. 1999. Días de Reyes Magos, Madrid, Anaya.
Emilio Pascual Martín nació en Segovia en 1948. Es licenciado en Filología Hispánica y su carrera se dilata desde el ámbito editor, cuya labor se plasma en diferentes editoriales (Ediciones Paulinas, Anaya y Cátedra), pasando por la creación literaria en prosa y verso y culminando en su tarea como crítico. En 1998 obtuvo el Premio Lazarillo por la presente obra aunque anteriormente había cosechado otros títulos como El Purgatorio de don Oficinio, obra debut o Aventura en el Gris.
Días de Reyes Magos nos introduce en la vida de un joven llamado Uli. Poco a poco su
universo se desmorona con la partida de su padre quién desaparece sin explicación. Este acontecimiento deriva en la dejadez del muchacho y en el abandono del ámbito escolar, e incluso en la fugaz idea de marcharse de casa. Sin embargo esta última será desechada gracias a su amiga Calipso, una excelente estudiante de origen francés quién le aconsejará que abandone el pensamiento de la independencia. Finalmente, Uli se adentrará en los oscuros túneles que conforman el metro. Allí observará el ritmo de la vida, el paso inevitable del tiempo, y a sus rocambolescos huéspedes. Establecerá un íntimo lazo de unión con un ciego que acostumbra ganarse la vida recitando romances. A través de él, Uli conocerá el saber y el conocimiento presente en los libros. Ante esta nueva sucesión de acontecimientos que impregnan la vida del protagonista se une un hecho más: los Reyes Magos visitan asiduamente su buzón. Allí depositan unos libros cuya lectura se vuelve constructora y efectiva y ayudan a la reflexión del personaje principal. De repente Uli descubre en estos libros que con anterioridad rechazaba, una nueva
forma de reconocer e interpretar el mundo. Con la llegada del nuevo curso, Uli se despide del ciego y retoma su vida anterior, pero antes logrará aprobar los exámenes de Septiembre. Melancólico, el protagonista regresa al metro para encontrarse con el ciego. Sin embargo nunca
más lo volverá a ver. Seguidamente recibe la noticia de la muerte de su padre. Triste y abrumado decide hablar con Calipso, quién le informa de su partida a Francia. En el momento en el que nuestro protagonista se encuentra desconcertado los Reyes Magos entran en acción y le obsequian con un nuevo regalo; tres llaves y una dirección. La cerradura que abren estas llaves son la de la puerta que conduce hacia un nuevo mundo: la realidad. Una buhardilla se convierte en el escenario donde el protagonista descubre quiénes son sus Reyes Magos. Su padre disfrazado de ciego, su madre, Calipso y la profesora de literatura habían confabulado una artimaña para evitar que se descarrilara y continuara por el camino recto.
Los sucesos acontecen de forma lineal, aunque en ocasiones se narran una serie de hechos que pertenecen al pasado, aunque generalmente la obra se caracteriza por su velocidad, es decir,
predominan las acciones respecto a las descripciones, las cuales son ligeras y dotan al texto de pinceladas descriptivas sutiles. En el libro aparecen varios escenarios pero gozan de una especial importancia por los acontecimientos que allí suceden el metro, la casa de Uli y la buhardilla.
A través de esta obra el lector descubre la importancia de la lectura y la apertura hacia un nuevo mundo de conocimientos e ideas. La literatura se concibe como una fuente de sabiduría
para la vida y su desarrollo. Las experiencias personales se trasladan al ámbito literario y recíprocamente lo personal invade la realidad literaria. Es importante mencionar la cantidad de obras a las que alude el autor, plasmando ante el lector un tapiz de obras dotadas de gran relevancia y consideradas como referentes de la literatura, como pueden ser El Quijote, El Lazarillo, Hamlet, La isla del Tesoro o la Odisea. Por último es importante resaltar la importancia que posee la familia para el adolescente y su desarrollo como individuo reflexivo, crítico e independiente. Días de Reyes Magos atrapa al lector en su realidad, lo sumerge en su universo y le hace partícipe con la posible identificación lector-protagonista y enseña a vivir la literatura.

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