Caperucita en Manhattan es obra de la escritora Carmen Martín Gaite (Salamanca, 1925 - Madrid, 2000). Se licenció en Filología Inglesa por la Universidad de Salamanca formó parte de la llamada Generación del 55 o de la Posguerra. Su primer cuento es Un día de libertad en 1953, pero desde mucho antes ella ya escribía. Escribió numerosas obras de teatro, cuentos o narraciones. Fue la única mujer que recibió el Premio Nacional de Literatura con El cuarto de atrás en 1978 entre otros muchos premios como el Premio Príncipe de Asturias de las Letras o la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes.
Ya sólo con el título nos da una pista sobre lo que tratará la obra. La historia de Caperucita es mundialmente conocida, y si hablamos de Manhattan le vemos un punto de modernidad. Es una variación del cuento que nos transmite las vivencias en una gran ciudad y las personas que habitan en ella. Existen dos parte diferenciadas en la obra, la primera la de la protagonista antes de comenzar la aventura y la segunda la aventura en sí misma.
Sara Allen es la protagonista y vive en la ciudad de Nueva York en el barrio de Brooklyn. A Sara le encanta la lectura y gracias a eso ha desarrollado una gran capacidad para imaginar. Se suele inventar palabras que vamos leyendo en la obra. Su abuela Rebeca Little vive en la isla de Manhattan. Ella cuando era joven era una actriz con una mente muy liberal. Sara en unos días en lo que no está a cargo de sus padres decide ir a ver a su abuela para llevarle la tarta de fresa como suele hacer todas las semanas con su madre. De camino, viajando en el metro, conoce a Miss Lunatic, de apariencia vagabunda pero positiva y nuevo personaje que no aparece en el cuento tradicional. Miss Lunatic resultará ser la Estatura de la libertad. Allí entablan una amistad y esta relación infunda en Sara más ganas de crear o imaginación.
El lobo, aquí en Nueva York viene representado por Mr. Wolf, un empresario pastelero que está solo y triste e intenta conocer la receta de la tarta de Sara. Esta receta es familiar y únicamente la conocen ellas. Para su fin, miente a la niña y la intenta convencer para que se desvíe del camino y vaya en su limusina para así llegar el más rápido a casa de la abuela por el camino más corto. Pero al final resulta que Mr. Wolf era un antiguo admirador de la abuela y el final cambia del tradicional, no es una final cerrado.
Esta obra es muy interesante ya que nos aporta una nueva versión de el cuento conocido. Esta versión la podemos acercar a los adolescentes con sus ganas de descubrir un mundo peligroso y lleno de dificultades. La curiosidad de la niña refleja la curiosidad por lo desconocido y las ganas de romper las normas y fugarse a ver a la abuela. El lenguaje utilizado en claro y simple por que podría ser leído por cualquier nivel de secundaria incluso más mayores. Es una lectura agradable, rápida y fácil pero el final defrauda para mi gusto, debería estar cerrado.
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